miércoles, 17 de junio de 2009

En ese espejo, nuestro infinito amor...

En aquel espejo, donde reflejas tus lagrimas y regresan sadicas sonrisas, donde tu mirar se pierde y caen gestos cuales petalos marchitos de la rosa jamas sembrada, cuya semilla solo radica en aquel negro palpitar cuyo sentimiento suspira sin sezar...
Aquel espejo, que nuestra verdad dira con palabras dulcemente sangrantes para los oidos, pero reconfortantes para el alma...
Mi señora, solo tu te reflejaras en tus aguas, tus espejos, con la mirada tal cual mires, con la sorisa tal cual sonrias...
Mi señora, sigo esperando por ti
Mi señora, sigo amandote a ti
Mi señora, me la tragare viva

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